Mensaje de Daya Reddy, presidenta de ISC, y Heide Hackmann, directora ejecutiva de ISC.

En respuesta a la crisis de COVID-19, el Consejo Científico Internacional (ISC), junto con otras organizaciones y la ONU, canceló muchas de sus reuniones planificadas desde hace mucho tiempo y ahora está practicando el distanciamiento social entre su personal.

Mensaje de Daya Reddy, presidenta de ISC, y Heide Hackmann, directora ejecutiva de ISC.

De la noche a la mañana, el poder del ISC para convocar mentes expertas en la forma tradicional se ha visto obstaculizado por un virus. No estábamos preparados para esto y nos está costando caro. Más allá de las implicaciones financieras, lamentamos la pérdida de oportunidades para intercambiar ideas, elaborar estrategias, consolidar asociaciones y desarrollar esfuerzos conjuntos.

Al mismo tiempo, esta amenaza externa nos obliga a repensar y encontrar formas nuevas e igualmente efectivas de convocar a nuestras comunidades de expertos. ¿Por qué la amenaza del brote de COVID-19 ha cambiado nuestro comportamiento tan rápidamente, cuando la amenaza existencial del cambio climático no lo ha hecho?

El método tradicional de reunión para la comunidad científica internacional a menudo implica viajes aéreos económicos y ambientalmente costosos. Muchos de nosotros evitamos preguntar sobre alternativas a volar al otro lado del mundo para dar una presentación de veinte minutos. Ya no podemos evitar hacer esas preguntas y, lo que es más importante, ya no podemos evitar cambiar nuestro comportamiento para proteger la salud pública mundial y la biosfera de la Tierra.

Una de las razones por las que el ISC canceló las reuniones antes de las restricciones impuestas por el gobierno fue nuestra responsabilidad compartida de limitar la propagación del COVID-19. Ahora debemos extender esa responsabilidad compartida para actuar seriamente sobre el cambio climático y reducir nuestras emisiones de carbono. Hemos invertido en una mejor tecnología para facilitar las reuniones virtuales. Estamos repensando cómo nos reunimos y cómo podemos fortalecer los sistemas científicos que sean ágiles y receptivos en el 21st siglo, y estamos respondiendo con urgencia.

Debemos pensar críticamente sobre cómo estamos respondiendo a esta emergencia de salud pública, que a su vez podría convertirse en una emergencia económica y social. Es un momento para recordar a los responsables de la formulación de políticas la importancia de las decisiones basadas en la evidencia y para trabajar con ellos en la preparación para otros trastornos, actuales y futuros. Debemos escuchar y apoyar a los expertos globales del Organización Mundial de la Salud, así como expertos locales que tomarán decisiones basadas en modelos de datos locales, nacionales y regionales.

También es un momento para identificar y reflexionar sobre las lagunas de conocimiento en la comunidad científica y los desafíos mundiales que la emergencia actual ha puesto de manifiesto con mayor nitidez, así como las acciones a mediano y largo plazo para abordarlos.

Esta es nuestra respuesta al COVID-19. Nuestras enérgicas respuestas a otros desafíos mundiales apremiantes, como el cambio climático y las perturbaciones económicas o sociales, continuarán, informadas por nuestra experiencia con la crisis del COVID-19. Alentamos a otros miembros de nuestra comunidad científica a hacer lo mismo. Los recursos y puntos de contacto aparecen a continuación para ayudar a nuestros miembros y a la comunidad global durante estos tiempos de emergencia.

daya reddy

Presidente, Consejo Científico Internacional

Heide Hackman

CEO, Consejo Científico Internacional

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