Lograr la reducción del riesgo en Sendai, París y los ODS

El informe de políticas recientemente publicado del ISC proporciona un conjunto crucial de mensajes clave para los responsables de la formulación de políticas basado en las sinergias entre los principales acuerdos globales del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres, el Acuerdo de París y la Agenda 2030 con referencia específica a los riesgos sistémicos y en cascada. .

Este enfoque se debe a los impactos potenciales extremadamente generalizados y duraderos de tales eventos, que podrían tener efectos negativos duraderos en los medios de vida y el bienestar de las personas, las economías y los países, socavando el desarrollo y el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. .

Lograr la reducción del riesgo en Sendai, París y los ODS

La tendencia mundial de emergencias y desastres cada vez más frecuentes y graves se ve impulsada por el cambio demográfico y los patrones de urbanización, el impacto del cambio climático, el aumento de la exposición y las vulnerabilidades a las amenazas y la creciente interdependencia global de nuestros sistemas.

Se reconoce que en un mundo cada vez más interdependiente, las amenazas y los riesgos a menudo se entrelazan a través de las comunidades, sociedades y economías de formas complejas que conducen a riesgos sistémicos y en cascada.

Los peligros, los riesgos y los desastres que resultan son en parte el resultado de fallas en el desarrollo, al mismo tiempo que socavan el desarrollo, exacerban las desigualdades y dejan de lado los intentos de mejorar la vida de las personas.

Desde 2015, los acuerdos históricos de la ONU, el Marco de Sendai, la Acuerdo de París y  Objetivos de Desarrollo Sostenible, han establecido la agenda para reducir los riesgos asociados con todos los peligros y condiciones inseguras. El núcleo central de estos acuerdos es la idea de un desarrollo económico, social y medioambiental sostenible y equitativo. Es importante destacar que los vínculos sólidos entre los acuerdos ayudarán a identificar y reducir los riesgos sistémicos y promoverán el desarrollo sostenible.


Autores: John Handmer; Anne-Sophie Stevance, Lauren Rickards y Johanna Nalau.

Revisores Barbara Carby, Allan Lavell, Shuaib Lwasa, Virginia Murray y Markus Reichstein.

Foto: © OIM 2014 (Foto de Alan Motus)

Esta semana conmemoramos Día mundial de la ciencia para la paz y el desarrollo, celebrado el 10 de noviembre de cada año. El ISC, que reúne a organizaciones científicas de todas las regiones del mundo, es una voz global unificada y fuerte para la ciencia, que promueve la colaboración científica a través de fronteras geográficas y disciplinarias. Como miembros de la comunidad científica mundial, celebramos la notable contribución de la ciencia y la tecnología al avance del desarrollo humano. Al mismo tiempo, reconocemos el sufrimiento muy real de los civiles afectados por conflictos en todo el mundo, a lo largo de la historia hasta el día de hoy, donde el conocimiento científico y la tecnología se utilizan contra el bien público.

Reflexionemos como comunidad científica sobre cómo fomentar el papel de la ciencia en el logro de la paz. Nuestros corazones están con las víctimas de los conflictos que soportan dificultades inimaginables, y nuestra preocupación se extiende al mundo en general, para el cual alimentamos una visión de la vida dentro de límites sociales y planetarios sostenibles, y de armonía entre las personas y la naturaleza.


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