Nota de asesoramiento sobre asociaciones entre el sector académico y la industria (2012)

En noviembre de 2011, más de 50 líderes académicos y empresariales se reunieron durante 4 días en la Fundación Sigtuna, cerca de Estocolmo, Suecia. Representaban una amplia gama de disciplinas, industrias y países con el objetivo común de promover asociaciones efectivas entre la academia y la industria para el mayor beneficio de la sociedad.

Nota de asesoramiento

Se alentó a los participantes a pensar de manera creativa e intercambiar ideas abiertamente que no serían atribuidas individualmente. Se reconoció desde el principio que hay áreas en las que las asociaciones de la industria académica ya están funcionando bien, y de las que se pueden aprender lecciones, pero hay muchas otras áreas en las que las relaciones deben mejorarse. La atención se centró en este último, dentro del contexto más amplio de grandes desafíos para la sostenibilidad global. La discusión fue diversa y rica y, como lo hizo en medio de una crisis económica global, hubo una fuerte sensación de que el status quo es inaceptable y que la necesidad de desarrollar una relación más sólida y productiva entre la academia y la industria es cada vez más urgente. .

La reunión de Sigtuna fue organizada por el Comité de Libertad y Responsabilidad en la Conducta de la Ciencia (CFRS), que es un comité de políticas del Consejo Internacional para la Ciencia, en asociación con la Real Academia Sueca de Ciencias y la Real Academia Sueca de Ingeniería. Un informe de la reunión está disponible en el sitio web de ICSU. La breve declaración que sigue es un resumen de algunas de las contribuciones y conclusiones más importantes. Aunque los temas destacados en esta Nota de Asesoramiento reflejan un consenso entre las personas que asistieron a la reunión, el CFRS es el único responsable de su contenido.

Relaciones academia-industria en un contexto social

Tanto la academia como la industria están insertas en el contexto más amplio de la sociedad y dependen de él. Los objetivos, incentivos y desafíos para las asociaciones entre la academia y la industria solo pueden considerarse adecuadamente a la luz de las necesidades y deseos de la sociedad en su conjunto. Al mismo tiempo, es importante reconocer que las condiciones para la realización de tales asociaciones pueden ser muy diferentes de un país a otro, y los diversos campos de la ciencia dependen de una variedad de factores, incluidos los económicos, culturales, históricos y educativos.

Los roles tradicionales de la academia y la industria en la educación, la formación, la generación de conocimiento, la innovación y la producción para el mercado son al menos tan importantes en el siglo XXI como lo fueron anteriormente. Fortalecer estos roles a través de asociaciones efectivas es un objetivo importante y valioso. Al mismo tiempo, existe una necesidad urgente de abordar los Grandes Desafíos Globales que amenazan el futuro de las sociedades y del planeta en su conjunto. Existe la necesidad de que la academia y la industria, trabajando con otros sectores de la sociedad, desarrollen soluciones para la provisión de seguridad alimentaria, hídrica y energética, así como para el alivio de la pobreza y la equidad en salud. Se necesitan nuevas alianzas estratégicas entre la ciencia del sector público y las empresas del sector privado para hacer frente a estos desafíos, dentro del paradigma de crecimiento verde que se está desarrollando recientemente.

Al mismo tiempo, no deben subestimarse los esfuerzos necesarios para producir asociaciones eficaces entre la academia y la industria, que aborden las necesidades sociales más urgentes. Se han probado muchos esquemas diferentes para promover la interacción entre la academia y la industria con éxito variable. En algunos casos han funcionado bien, en otros han tenido menos éxito. No existe un modelo único y simple que se pueda aplicar a todas las situaciones en todos los países. Sin embargo, hay una serie de factores comunes que, si se consideran y abordan adecuadamente, pueden ayudar a evitar malentendidos y trampas.

Construyendo entendimiento mutuo

Toda asociación eficaz se basa en la comprensión y el respeto de los intereses comunes y divergentes. ¿Cuáles son las motivaciones e incentivos de los actores académicos y empresariales, respectivamente? ¿Cuáles son sus expectativas y dónde es probable que haya un beneficio mutuo?

Visto desde la perspectiva de la academia, las asociaciones con la industria tienen una serie de atractivos obvios, que incluyen:

Y visto desde el otro lado, el mundo académico es valorado por la industria por:

De ello se deduce lógicamente que las asociaciones, que están diseñadas para explotar y / o fortalecer estas características, tienen muchas más posibilidades de éxito que aquellas que las ignoran o amenazan.

Principios y pasos clave para asociaciones efectivas

Reconociendo que existen diferentes valores y prácticas comunes entre la academia y la industria, el Principio de Universalidad (libertad y responsabilidad) de la ciencia proporciona un marco normativo amplio en el que se pueden considerar las asociaciones entre la academia y la industria:

El principio de universalidad (libertad y responsabilidad) de la ciencia: la práctica libre y responsable de la ciencia es fundamental para el avance científico y el bienestar humano y ambiental. Dicha práctica, en todos sus aspectos, requiere libertad de movimiento, asociación, expresión y comunicación para los científicos, así como un acceso equitativo a los datos, la información y otros recursos para la investigación. Requiere responsabilidad en todos los niveles para realizar y comunicar el trabajo científico con integridad, respeto, equidad, confiabilidad y transparencia, reconociendo sus beneficios y posibles daños.

Al combinar la consideración del principio de universalidad con las diferentes perspectivas y experiencias de la academia y la industria, se pueden extrapolar cinco principios o cuestiones clave que deben tenerse en cuenta al establecer asociaciones efectivas para abordar los desafíos sociales globales:

  1. Ambos socios tienen la obligación de promover relaciones que se basen en el entendimiento mutuo y la confianza y que operen bajo los principios primordiales de transparencia y responsabilidad;
  2. Los socios académicos deben respetar los derechos comerciales y el papel de la industria, mientras que los socios industriales deben respetar la obligación del mundo académico de comunicarse abiertamente y publicar de manera oportuna. A este respecto, las disposiciones legales relativas a la propiedad intelectual, los derechos de autor y la autoría deben abordarse desde el principio;
  3. Más allá de cualquier interés comercial o académico, ambos socios tienen la responsabilidad de garantizar que los temas de importancia para la sociedad, ya sean beneficiosos o perjudiciales, se comuniquen abierta y honestamente de manera oportuna;
  4. Tanto la academia como la industria deben asumir sus responsabilidades sociales e integrar las preocupaciones sociales, ambientales, éticas, de derechos humanos y de los consumidores en sus operaciones conjuntas;
  5. Se deben buscar oportunidades dentro de las colaboraciones para desarrollar un diálogo activo con otros actores sociales, incluidos aquellos que puedan tener preocupaciones genuinas sobre la ciencia que se está llevando a cabo. Dicho diálogo puede agregar vitalidad y valor en todas las etapas de la cadena de innovación.

Abrazar estos temas es esencial para lograr asociaciones significativas y productivas que aborden los desafíos globales de sostenibilidad. Proporcionan un buen punto de partida para establecer nuevas relaciones entre la academia y la industria.


Esta Nota de Asesoramiento es responsabilidad del CFRS y no refleja necesariamente los puntos de vista de las organizaciones miembros individuales del ICSU.


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