ICSU publica declaración sobre la controversia en torno a la 4ta Evaluación del IPCC

Como organización científica con representación global y participación activa en la investigación del cambio ambiental global, incluido el cambio climático, el ICSU ha estado siguiendo de cerca la controversia en curso sobre el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC). Se han planteado cuestiones importantes en relación tanto con la interpretación del conocimiento científico, especialmente al hacer predicciones de desarrollos futuros, como con los procedimientos utilizados por el IPCC en su evaluación.

Con más de 450 autores principales, 800 autores colaboradores y 2500 revisores de más de 130 países, el IPCC 4th Informe de evaluación representa la evaluación científica internacional más completa jamás realizada. Esta evaluación refleja el conocimiento colectivo actual sobre el sistema climático, su evolución hasta la fecha y su desarrollo futuro anticipado. Ahora es evidente, y dada la escala de la empresa no es sorprendente, que se produjeron algunos errores en parte del informe. Sin embargo, en proporción al gran volumen de la investigación revisada y analizada, estos errores de precisión son menores y de ninguna manera socavan las conclusiones principales. Cabe señalar que los errores fueron inicialmente revelados y hechos públicos por científicos y las malas interpretaciones ahora pueden corregirse en consecuencia. En lugar de comprometer la integridad y credibilidad de la ciencia del cambio climático, esta serie de eventos es en sí misma una demostración del vigor y rigor del proceso científico.

En cualquier área de la ciencia es importante que los errores, o supuestos previos que cambian a la luz de nueva evidencia, sean admitidos y corregidos abiertamente. Este es especialmente el caso de los informes del IPCC, que tienen amplias y profundas implicaciones para las opciones y políticas sociales. Se deben aprender lecciones de la controversia actual. Los procesos del IPCC están probados y comprobados, pero no son infalibles (y la comunidad científica nunca los ha presentado como tales). A la luz de los acontecimientos recientes, es oportuno revisar estos procesos para ver si se pueden realizar modificaciones que i) reduzcan la posibilidad de que se introduzcan errores en primer lugar, y ii) optimicen los mecanismos para identificar y corregir los errores que lo hacen inadvertidamente permanecen en los informes finales del IPCC. Los procedimientos para las evaluaciones del IPCC involucran no solo a la comunidad científica, sino también a las agencias gubernamentales. Son complicados y no siempre los entienden fácilmente quienes no están directamente involucrados. Es importante seguir esforzándonos para que estos procesos sean lo más transparentes y responsables que sea posible.

Los errores identificados en el informe del IPCC son lamentables pero comprensibles en el contexto del complejo proceso del IPCC. Que estos errores hayan dado lugar a intentos de desacreditar las principales conclusiones del informe, acusaciones de conspiraciones científicas y ataques personales a científicos es inaceptable. Las evaluaciones científicas, como las del IPCC, son una base fundamental para tomar las decisiones que darán forma a nuestra sociedad ahora y en el futuro. Los científicos, los gobiernos y otras partes interesadas de la sociedad deben trabajar juntos para garantizar la calidad y relevancia de tales evaluaciones. Necesitamos aprender de la controversia actual y realizar mejoras cuando sea necesario. Deberíamos estar agradecidos a los miles de científicos que dan libremente su tiempo para contribuir al IPCC y otras evaluaciones científicas. Y debemos seguir siendo críticos, pero de manera constructiva y de manera que reconozcan abiertamente las fortalezas y limitaciones del proceso científico en sí.

Acerca de esta declaración

Esta declaración está respaldada por la Mesa del Consejo Internacional para la Ciencia (ICSU, febrero de 2010). ICSU es una organización no gubernamental que representa a una membresía global que incluye tanto organismos científicos nacionales (119 miembros) como uniones científicas internacionales (30 miembros). La declaración no representa necesariamente las opiniones de todos los Miembros individuales.


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